
Encontraron una choza de madera en medio del bosque, una choza húmeda y fría pero que les ayudaría a esconderse de los enfermos y sádicos soldados. Ahí pasaron los días, Moisés salia por las noches a recolectar algunas frutas y agua para alimentarse y para alimentar a su hermana de tres años. Algunos días fueron tranquilos pero otros muy difíciles como cuando unas personas asesinaro a otras frente a la casa, esa noche Moisés tuvo que mover los cuerpos a un lugar lejano para no enfermar sicológicamente a su hermana, y así pasaron los días hasta que la guerra término y Moisés tuvo que pedir ayuda para ayudar a su pequeña hermana la cual fue adoptada por una familia rica y el, el murió sólo a la edad de treinta años como un vagabundo.
Nunca abandonemos la belleza de la vida... ni el amor de los seres amados.
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